Natasha GRANATA es una artista nómada que viaja constantemente en busca del alma de las ciudades. Ese espíritu que se oculta detrás de las calles y edificios y que solo podemos captar por breves momentos cuando nos dejamos absorber por su atmósfera.

Natasha es una artista multidisciplinar que trabaja con diversas técnicas, desde las tradicionales hasta las experimentales, utilizando acuarela, tinta, acrílico y carboncillo sobre materiales cotidianos como cartón, papel y madera. Su estilo de vida, marcado por frecuentes mudanzas de un país a otro, tiene una fuerte influencia en su obra, inspirada principalmente en paisajes urbanos como reflejo cultural y espiritual de las personas. Su motivación es buscar nuevos efectos, perspectivas y combinaciones armónicas de colores, formas y ritmos que no pueden replicarse. Siempre mirando hacia adelante y siguiendo su propio camino.

Su proyecto artístico nació de esta manera: una colección de obras únicas realizadas sobre cajas de cartón utilizadas en sus mudanzas, inspiradas en las primeras impresiones de las ciudades donde vivió en un momento particular de su vida. Una especie de diario de una caja vacía.

Viajar ligero, buscar nuevas experiencias y cambiar de país, idioma, costumbres y culturas le ha brindado experiencias invaluables. Cada traslado añade a su equipaje recuerdos profundos y emociones frágiles.

Filosofía Artística

Cada nueva ciudad amplía su percepción del mundo, enseñándole a verlo desde perspectivas diferentes. Desde la calma espiritual de un pequeño pueblo en Asia hasta el dinamismo frenético de una metrópolis europea, cada experiencia enriquece su obra con matices únicos. Natasha ha aprendido a apreciar los detalles, a valorar la belleza de lo cotidiano y a comprender que cada lugar tiene su propio ritmo, lenguaje visual e historia que contar.

Su arte refleja su viaje personal: una mezcla de colores, formas y texturas que evocan los lugares que ha visitado, las personas que ha conocido y las obras que ha admirado. Este estilo de vida en movimiento no solo la ha hecho crecer como artista, sino también como ser humano.

“Pintar paisajes urbanos es mi manera de capturar la esencia espiritual de las ciudades. Cada ciudad es un universo único, donde la arquitectura y la atmósfera cuentan historias a través de sus edificios, calles y plazas.”

La arquitectura, en particular, es una fuente inagotable de inspiración; cada estructura, ya sea un rascacielos moderno o una casa colonial antigua, contiene fragmentos de historia, cultura y evolución humana. Natasha está fascinada por cómo las formas, texturas y colores de los edificios reflejan el carácter de cada lugar, desde la majestuosidad de las catedrales góticas en Europa hasta la vibrante energía de los barrios urbanos en América Latina.

Trayectoria Profesional

La carrera de Natasha como artista ha sido un largo y apasionado viaje, lleno de exploración, aprendizaje y evolución constante. Durante años, ha dedicado su vida a la pintura, el dibujo y el grabado, esforzándose por desarrollar un estilo personal que refleje su visión del mundo. Desde el principio, se propuso explorar diferentes técnicas y materiales, experimentando con formas, colores y texturas, mientras perfeccionaba incansablemente su técnica.

El camino no ha sido fácil, pero la perseverancia y el amor por el arte le han permitido lograr importantes reconocimientos. Ha participado en numerosas exposiciones y concursos, donde su trabajo ha sido galardonado, fortaleciendo su convicción de seguir adelante. Además, ha tenido el honor de ser seleccionada para ferias de arte profesionales, donde ha compartido su obra con un público más amplio y ha conectado con otros artistas y coleccionistas que valoran su arte.

“Cada exposición, reconocimiento y momento de experimentación ha sido una oportunidad para crecer, aprender y redefinir mi enfoque artístico. Hoy miro atrás con gratitud y hacia adelante con entusiasmo, lista para seguir creando, explorando y compartiendo mi arte con el mundo."